Después de tres meses en España –con escapadita a Portugal incluida- seguro que no dejamos nada para el último día, jeje. Típico nuestro, obvio, muchas cosas quedarán pendientes: algunas visitas a gente querida, algunas cañitas y mejor que no haga la lista ahora.
El despertador suena a las 6.10 am, solo resta terminar de elegir que va en el auto y que no (es como una pre valija), una ducha y un café (cada uno) y salimos raudos hacia un Polígono Industrial en las afueras de Valencia, donde 9.30 nos espera Juan Antonio para encargarse de subir a nuestro querido JB2 a un contenedor: ahí lo dejamos, solito y atado, listo para subir a un buque, rumbo a Cartagena de Indias, en Colombia. Estamos en manos de Celia, que con toda la buena onda se hace cargo de nuestra casa móvil con forma de auto. (Esperamos que no sea muy complicado sacarlo del puerto)
La cronología no tiene gracia (almorzamos en Valencia, después de ir a tránsito a averiguar como será el trámite de baja, tomamos un tren hasta Alicante y un bondi a Santa Pola), el tema es que son las 8 y pico de la tarde y recién ahora preparo un mate y les cuento esto, mientras Julián va a la biblioteca y vuelve porque está cerrada por desinfección: ahora nos enteramos, con un par de cosas para devolver en la mano.
Ahora estamos más cerca de la continuación de la travesía que empezamos hace más de un año:
Solo a un (1) día, dos (2) noches y tres (3) aviones!!!
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